Principio de Causa y Efecto


PRINCIPO DE CAUSA Y EFECTO

«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.» 
El Kybalion. 

Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley. La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen los medios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestiones y otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos. Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades. Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a la causalidad de los planos superiores en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestro deseo. 

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Absolutamente todo lo que estamos viviendo en el presente ha sido generado en algún momento, lo hemos creado ya sea consciente o inconscientemente en esta o en otra vida. Cuando decimos que algo nos sucede "por casualidad", sólo estamos refiriéndonos a una ley que desconocemos, pero en realidad era un evento que nos tocaba vivir porque lo habíamos generado de alguna manera.
Es agradable pensar que todo lo bueno que nos ocurre es el producto de nuestras buenas acciones; pero por el contrario, nos cuesta aceptar que las situaciones negativas que se nos presentan también las hemos creado. Se nos hace difícil llegar a entender ¿por qué y cuándo generamos lo negativo? Este principio nos da la respuesta al explicarnos que son muchos los planos de causación; algunos de ellos provienen desde muy atrás en el tiempo y están dormidos en la memoria, son eventos que pudieron darse tanto en la infancia como en vidas anteriores.
Además, genéticamente recibimos la "influencia" de... nuestros padres, a eso le agregamos la influencia de cuatro abuelos y, si seguimos, vemos que también recibimos la influencia de ocho bisabuelos. Así, esta cadena continúa infinitamente. También recibimos las influencias de la sociedad en la que crecemos, la religión que practicamos, las instituciones de enseñanza a las que asistimos, los lugares de trabajo, los clubes, los amigos que nos rodean, y demás. Estos son sólo algunos ejemplos para indicar que existen muchos planos de causación y nosotros somos el resultado de la suma de dichos planos. Llamamos "planos de causación" a los lugares, personas y eventos que nos han enseñado un "patrón mental o creencia " que tomamos como verdaderos.
Cada estudiante de metafísica debe analizar el conjunto de información que ha recibido a lo largo de su vida; conscientemente debe seleccionar aquello que desea mantener en su mente y lo que debe desechar. En este proceso se debe reconocer lo que pensaba... nuestro padre, nuestra madre, nuestros abuelos, y qué es lo que elegimos pensar nosotros. También es conveniente recordar lo que uno acostumbraba pensar tiempo atrás y lo que elige pensar ahora. Siempre tenemos la libertad de poder elegir en el presente, que es el único momento que existe. Recuerda que lo llamamos "libre albedrío" no es más que la oportunidad que se nos da de elegir nuestros pensamientos. En esto radica nuestro verdadero poder y es así como tomamos las riendas de nuestra vida.
En este proceso de selección de pensamientos debemos ser responsables y evitar en todo momento caer en el papel de víctima. Para la mayoría, es más fácil culpar a alguien o a algo por la infelicidad y, por lo tanto, se deja de lado la posibilidad de "cambiar y crecer". Hay personas que culpan al gobierno, la situación económica, su pareja, su familia, sus hijos, jefes, y además, algunos llegan a culpar al clima (humedad, calor, frío) por su insatisfacción.